Descripción
Monet tenía dos pasiones: el arte y la jardinería. Los últimos 43 años de su vida los pasó en Giverny, Francia, en donde plantó un jardín acuático estilo japonés. En una barquita, el pintaría los cuadros más emblemáticos de su producción artística, las nenúfares, en los cuales Monet intentó plasmar nada menos que lo imposible: la luz y su reflejo en el agua. Este abanico tiene como escenario Giverny y la paleta fresca de Monet.
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